Un espacio aparte en nuestra historia

El día en que me necesitabas al fin,
el día en que yo era capaz de todo por ti,
el día imposible y nunca imaginado,
yo quería dejar ese día guardado y 
volver a el, las veces que yo quisiera,
el día en que parecías por fin pertenecer a mi
el día que existió pero que nunca debió ser,
porque ese día sentí que estabas cerca, tan cerca,
que cuando desperté no creí que ese breve espacio de
tiempo, solo era eso que todos llaman sueño.

Hay ocasiones en que quiero volver al inicio, esta es una de esas.
Si logro volver, no me reconozcas, sigue tu camino, debes prometerlo. 

IRREPETIBLE

Espero decir y escuchar: vivía esperándote, soñandote, pensándote, imaginándote, vivía feliz, pero al mismo tiempo no se como vivía antes de saber de tu existencia.

Quiero vivir ese momento a cada rato aun sabiendo que los momentos son irrepetibles, quiero decirte siempre que antes de ti, yo vivía sin saber que la vida se pinto de colores contigo, que el océano se tiño de azul contigo a mi lado, que los atardeceres son más largos porque tu los ves conmigo y que la noche tiene una estrella más brillante que las otras, tu brillo.

Quiero decir que yo antes de ti no era el mismo, la voz interna que me decía cosas de ti, no se equivoco, no eras cualquier ser...

Los signos de interrogación están demás.

La verdad preguntaría todo acerca de ti, porque de ti no se nada, pero a la vez se todo, solo por simple suposición o porque una noche te soñé.

Preguntar no es la palabra, no se si hay una palabra para lo que quiero decir, es más no la hay, me cuesta convertir en palabras lo que siento.

A pesar de todo te prometí una pregunta, la formulare de igual forma ¿si respirara cerca de ti, te gustaría compartir el aire conmigo?

Quizás sea la peor pregunta y no merezca tanto preámbulo y aviso publicitario, es más creo que la pregunta la hice solo para pedirte que siempre tengas un beso guardado para mi.

ESTRELLA FUGAZ

Totalmente opuesta a mi, inadaptada e intensamente apasionada, ojos que mostraban que muchas cosas eran en ti solo una mascara, una mascara hecha por lo que te tocaba vivir y por no ser menos que lo que creías era el camino a seguir.

Un camino que por ningún lado se cruzaría con el mío de forma espontanea, pero lo cierto es que los caminos también se pueden juntar a la fuerza.

No miento y digo que si me preguntaban si esperaba algo bueno de ti, a simple vista, mi respuesta era negativa, nuestro lenguaje era distinto, pero me di cuenta que soñabas lo mismo que yo, escuchabas lo mismo que yo y pensabas en amor como yo.

No pensé que en tan poco tiempo, toda esa locura la pude transformar en una dulce calma, tan dulce que todos estaban sorprendidos y se preguntaban quien fue capaz de generar ese cambio en ti, cambio que incluso te dio confianza para comenzar a sacarte esa mascara.

El destino jugaba a mi favor, te encontraba sin querer de forma espontanea, comenzaba a olvidarme de la persona que no podía sacar de mi corazón y comenzabas a confundirme, confusión que me encantaba.

Pero comenzaste a desaparecer de a poco, te veía de forma esporádica, te veías asustada, intranquila, querías como contarme pero no lo hacías finalmente, hasta que pasaron días y ya no volviste, desaparecías como una estrella fugaz y yo esperaba que volvieras sin esperanza, en el fondo sabía que algo estaba mal.

Nadie sabia nada, ni tus amigos, incluso la persona que nos junto me pregunto por ti y me confeso que encontraba que ibas bien y no entendía porque de tu desaparición. Yo te extrañaba.

Tiempo después supe que me buscaste sin fortuna, mejor fue así. De igual forma supe que cuando nuestros caminos se juntaron por ese breve tiempo un ser crecía dentro de ti, eso fue lo que te alejo de todos.

Fue lindo saber que te enamoraste de mi en ese breve tiempo, porque te demostré que tu podías brillar con luz propia…